24 de julio 2022 , 11:03 p. m.


No hay cuña que más apriete que la del mismo palo. Bolívar es la cuña. Roy por ahora maneja el palo.


No es una simple pelea entre dos senadores. No. Ni es tampoco un incidente aislado. Es la expresión elocuente de dos fuerzas que se conjugaron para elegir a Petro, y ahora han madrugado a hacer valer lo suyo y a representar a sus electores.

Petro no se habría elegido sin una base popular de gente muy joven hastiada con los viejos políticos, indómita, beligerante, que no está dispuesta a entregarles a aquellos contra quienes combatieron los importantes espacios de poder que han conseguido. Desde primeras líneas hasta estudiantes tranquilos deseosos de “cambio”, pasando por las juventudes populares urbanas y campesinas que ven con esperanza a Petro. Bolívar los ha representado.

Pero tampoco se habría elegido Petro sin los políticos tradicionales y las organizaciones políticas de la vieja guardia reclutadas por Armando Benedetti y Roy Barreras que sumaron los votos de maquinaria necesarios para superar a Rodolfo (¿lo recuerdan? Un simpático tiktokero que había sido alcalde de Bucaramanga y prometía luchar sin tregua contra la corrupción hasta que frenó en seco su ‘rodolfoneta’ para segunda vuelta).

Bolívar y Roy son el agua y el aceite del Pacto Histórico. Encarnan las dos vertientes que marcharán en sentido contrario por los corredores de la Casa de Nariño a partir del 7 de agosto. Reflejan la contradicción interna del equipo del nuevo gobierno y, aunque permanecen cada uno a su manera y en sus tiempos leales a Petro, debutan en el poder marcándose distancias y pelándose colmillos.

Leer más

Recommend to friends
  • gplus
  • pinterest

Leave a comment