22 de mayo 2022 , 10:10 p. m.
Me rindo. Las instituciones que deberían brindar a los ciudadanos tranquilidad y confianza frente a los resultados electorales no lo han hecho y llegamos llenos de nubarrones a las elecciones que deben celebrarse el domingo, sin que se pueda siquiera dar lugar a la idea delirante de mover la fecha.
De nada valieron todas las voces que se levantaron para señalar las dudas, reclamar soluciones, exigir claridades y urgir correctivos.
Las propuestas referidas a mantener convocada 24/7 la comisión de garantías electorales fueron desatendidas, mientras, vaya paradoja, el Registrador salía a los medios a implorar públicamente que las campañas le manden la lista de testigos electorales que hasta ahora casi generalizadamente brillan por su ausencia.
El ideal es que cada campaña tenga un testigo en cada una de las mesas instaladas para detectar errores y fraudes en los preconteos, en el diligenciamiento de las actas, en la transmisión de los datos y en la manipulación de los tarjetones. Y que los tengan también ante las comisiones de escrutinio.